
John Williams fué una elección natural para componer y dirigir la música de este film, llamado a ser uno de los mayores éxitos del año, por su saber hacer en el género de catástrofes ( La aventura del Poseidón, El coloso en llamas ), pero sería su glorioso score para Tiburón lo que le catapultó a la fama y marcó como compositor de Hollywood.
Para la película de Frankenheimer, Williams creó una partitura tensa, con un motivo obsesivo nos describe al terrorista, con otro triste pero noble, al personaje protagonizado por Robert Shaw.
Al igual que la acción, el score se va volviendo angustioso por momentos, con un tono tenso para las acciones a gran escala y uno más sosegado para la aventura, culminando con una orquestación furiosa para el enfrentamiento entre el agente y el terrorista a bordo del Zeppelin.
Estamos ante un gran evento discográfico, al tratarse de un trabajo completamente inédito hasta la fecha. Inusualmente se ha accedido por parte de la American Federation of Musicians a permitir la nada despreciable cifra (para una edición limitada a 10000 copias.